El origen de Pandora

Cierto día el Dios Zeus le pidió a Hefestos, Dios de los herreros que fabricara una bellísima mujer, usando agua y tierra. Para ello, también le pidió a Afrodita que le exhibiera su cuerpo y le modelara para estar seguro que la mujer a crearse fuera de una belleza incomparable.
Esta mujer estaba hecha de una indescriptible belleza y no había otra semejante en la tierra, pero su objetivo era muy cruel y nefasto. Traer dolores infortunios y amarguras a la humanidad.
Zeus les dijo a los otros Dioses, que le aportaran algún obsequio o don especial. Afrodita le proporcionó gran belleza, elegancia y delicadeza. El Dios de los mensajes Hermes, la hizo muy astuta y sagaz.
Apolo por su parte le enseño el arte del canto sublime y tocar las cuerdas de la lira. Finalmente Zeus la instruyo en el arte de la inocencia y el ocio. Así, todos los Dioses le pusieron el nombre de Pandora cuyo significado es “El regalo de todos”.
Hubo una gran fiesta de despedida con Pandora y todos los Dioses, antes de mandarla a la tierra. Hermes le puso en sus manos una caja muy llamativa con figuras muy bonitas. Al mismo tiempo, le advirtió que no la abriera nunca.
Le regalaron además, vestidos de plata y un pañuelo lujosamente decorado. Su pelo fue adornado con guirnaldas, flores y una increíble corona de oro, cuando estuvo lista, Hermes se encargó de traerla a la tierra agarrada de su mano. La encaminó con mucho cuidado por las faldas del monte Olimpo.
Ya en la tierra y siguiendo las instrucciones de Zeus, Hermes la puso en manos de Epimeteo quien al verla se impresionó con su belleza y la hizo su esposa, haciendo caso omiso al sabio consejo de su hermano Prometeo, quien le pidió que no aceptase ningún ofrecimiento u obsequio de Zeus quien lo odiaba enormemente.
Pandora mantenía su preciosa caja arriba de la mesa y la cuidaba con devoción. Pandora tenía una personalidad inquieta y quería saber lo que había en el interior de la caja y se imaginaba miles de cosas. Incluso pensó que Hermes le había jugado una broma al decirle que no la destapara jamás, ya que era muy juguetón
Su instinto le decía que no debía faltar a su promesa, así que guardo la caja en un gran cofre hecho de madera y lo aseguró con cadenas y luego hizo un hoyo en el patio. Con mucho esfuerzo le colocó una gran piedra encima, para no pensar más en ello.
Pero la curiosidad de Pandora era más fuerte que la orden de los Dioses así que sacó la caja de su entierro para destaparla y ver su contenido. La abrió con su llavecita de oro que le guindaba del cuello y en el acto cayó en cuenta de la falta cometida.
Salió de ella un nauseabundo olor que se esparció por todo el lugar y escuchó un extraño ruido que salía del interior de la caja y procedió a cerrarla de inmediato muy asustada.
Fue así que Pandora se dio cuenta que con su acción acababa de liberar todas las pestes, enfermedades, alimañas dañinas, toda clase de males y sufrimientos que comenzaron a aquejar a la humanidad.
Asimismo surgieron los celos, el odio, la mala fe, la envidia, la mentira, los crímenes los robos y todo mal para la humanidad.
Deja una respuesta