El origen del colibrí

Cerquita al lago Paimún, en Perú, vivían dos hermanas llamadas Painemilla y Painefilu. Un día Painemilla se encontró con un jefe Inca, nació el amor entre ellos y se casaron.
Las hermanas no vivieron más juntas porque Painemilla tuvo que irse a vivir junto a su esposo en un poblado. No pasó mucho tiempo y Painemilla salió embarazada y los religiosos del lugar le adivinaron que serían una pareja de gemelos.
Uno sería varón, el otro hembra, que ambos niños traían consigo una característica en común que los identificaría, y sería una trenza de oro entre el cabello de cada uno.
Cuando ya estaba cerca el día del alumbramiento de Painemilla, su hermana Painefilu regresó al pueblo para acompañarla y ayudar a su hermana durante el nacimiento.
Pero algo en Painefilu había cambiado y ya no era la misma, sentía una gran envidia hacia la hermana por la dicha que aquella sentía y Painefilu no podía soportarlo.
Al nacer los gemelos la envidiosa Painefilu escondió a los niños en una caja de madera y se los llevó y lanzó al río. La muy malvada hermana, le trajo dos perritos y le dijo que esos eran sus hijos.
El esposo de Painemilla, que estaba de viaje, al regresar y enterarse de todo cuanto había ocurrido, le echó toda la culpa a Painemilla y la botó de la choza junto a sus cachorritos. La pobre se fue a vivir a una cueva, completamente sola, sin sus adorados hijos y sin tener el amor de su marido.
Por suerte del destino los gemelos sobrevivieron y no ahogaron en el río como era el deseo de Painefilu. Así flotaban río abajo cuando un pescador los vio y los rescató y se los llevó a su casa.
Pasó el tiempo y los niños crecieron y un buen día tropezaron con su legítimo padre que estaba de cacería por el bosque y se pusieron hablar, siendo que el jefe Inca sintió una inmensa alegría y recordaba con tristeza que de esa manera debían ser sus hijos hoy día.
En un gesto de amor y cariño y tocándoles sus cabecitas, se dio cuenta qué ambos niños tenían la trenza de oro en su pelo y efectivamente esa era la marca que les fue puesta al nacer.
El jefe Indio y padre de los gemelos, de la emoción se los llevó a vivir con él y reclamaron el regreso de Painemilla, su madre y asimismo acordaron un severo castigo a su tía Painefilu.
Fue así que la encontraron, la ataron a una piedra e invocaron los poderes del señor sol para castigarla y entonces uno de los gemelos hizo pasar sus rayos a través de un cristal y Painefilu fue abrazada por el fuego convirtiéndose en ceniza con un poquito de corazón que se transformó en Colibrí. Un pequeñito, brillante y ágil pajarito, que según la leyenda tiene el don de predecir la muerte.
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