La leyenda del Pingüino

La leyenda del Pingüino

Hace dos años, me fui de excursión con unos compañeros al sur de América específicamente a Argentina. Allá conocimos a un viejo habitante llamado Chamán, que todas las noches nos reunía para contarnos viejas leyendas, que ocurrieron al principio del mundo, cuando todo comenzó.

Una de esas leyendas, era la del Pingüino, del cual nos narra que era una de las aves favoritas de los dioses que vivían en el sur de América.

La historia comenzó hace mucho tiempo, cuando el Pingüino era un ave muy distinta a la que conocemos en la actualidad. Volaba muy alto y con una velocidad que casi no se divisaba en los cielos.

Sus giros al planear y su gran belleza, complacía mucho a los dioses. Quienes pasaban horas distrayéndose y disfrutando de sus acrobacias y sus movimientos. Su gran habilidad y hermosura, no tenía comparación y todas las demás aves suspiraban por ser iguales a ella.

Sin embargo, los dioses que pueden predecir todo, más que los humanos, se dieron cuenta que algo extraño estaban comenzando a sucederle al Pingüino en su comportamiento habitual.

Sus extraordinarias cualidades la estaban convirtiendo en un ave engreída, que sentía desprecio por las demás. Aquellas que no volaban tan majestuosamente y eran diferentes a ella, hasta odiaba a los peces que eran la fuente de su alimentación.

Fue así, que muy pronto ese desprecio hacia las otras aves y los peces, lo hizo ser muy cruel y despreciable hacia aquellos otros animalitos, ya que estaba seguro y pensaba a cada rato que eran muy inferiores al lado de él.

Comenzó a zambullirse  con gran velocidad en el mar  para así asustar a los peces,  o le daba por darle de picotazos  para maltratarlos  y espantarlos  y no era con intención  de calmar su hambre, sino que llegó a sentir tanta maldad hacia ellos  que sentía placer  con matarlos  y verlos cuando estaban flotando  sin vida en el mar.

Pero como Dios todo lo sabe y lo ve, decidió ponerle fin a tanta atrocidad por parte del Pingüino y darle una buena lección. Comenzó por quitarle o privarle de todas las cosas que tanto le encantaban y le daba orgullo.

Entre ellas la habilidad de volar, siendo así que sus esbeltas alas se le redujeron de tamaño, su cuerpo cambió y se puso gordo, tanto que nunca más pudo volar como antes y surcar los cielos. Tuvo que resignarse a aprender a nadar igual que los peces que antes odió y maltrató.

La leyenda del Pingüino

Su vida cambió totalmente. Ya no tenía nido en los árboles donde pasarla con sus crías. Tuvo que verse obligado a buscar refugio para vivir en los huecos y cavernas de los acantilados y por si fuera poco, Dios lo condenó a vivir por siempre en aguas muy frías, a veces semi-congeladas.

Desde entonces su vida no fue igual. Buscó una compañera para vivir juntos toda la vida y cuenta la leyenda que cuando un Pingüino muere, su pareja se interna en el mar y nunca más aparece.

 

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